LLegan las fiestas y con ésto la preparación de comidas familiares, compra de regalos, algunos viajan a su pueblo natal y otros se reúnen en sus casa urbanas.Como son un integrante más de la familia, nuestras mascotas también pueden disfrutar de éstos encuentros familiares tanto como nosotros…

Debemos considerar que no todo el mundo vive las fiestas navideñas como una fiesta…algunos podemos vivirlas con  nostalgia  por tener la familia lejos o por un ser querido ausente, o simplemente hay gente que está sola o que lo pasa en un hospital o geriátrico, o incluso de guardia como por ejemplo el personal sanitario…

Recuerdo cuando hacía guardias  de urgencias en un hospital veterinario y con mis compañeros nos rotábamos las fechas de navidad y reyes, mi familia iba a festejar conmigo al hospital, mis niños eran pequeños y hacíamos como que el Papá Noel les llegaba ahí, incluso unos compañeros fueron a vernos la noche de Reyes disfrazados de pajes para que mis niños conservaran la ilusión.

«Era una noche más» para ésos animales que estaban críticos, ingresados en urgencias, incluso para algunos lo era literalmente.

La gratitud y la compasión que generan los animales es tanto, que pueden hacer que ése momento, realmente sea muy especial, y no importe demasiado si es navidad o fin de año, te necesitan y no hay más …

En ésos casi 8 años de guardias, tengo muchas anécdotas de animales que nos iban dejando un poquito más de amor.

Uno de los tantos casos que nos marcaron a todo el personal del hospital fué el de Kora:

Una noche me vino una pareja que yendo por la carretera vieron algo que se movía en la oscuridad de la montaña, y pararon su camioneta para rescatar una perra negra de gran tamaño, muy desnutrida y deshidratada, que parecía estar en coma, y al moverla descubren con horror que le faltaba la musculatura y la piel de un lado de la cara, y de un hombro, y que la infección por miasis (larvas de moscas) la estaba matando. Por la gravedad de las lesiones, y por tener las mamas activas con leche ( como que hubiese estado dando de mamar hasta ése momento)  tal vez hubiese sido atacada por un jabalí ella y sus supuestas crías, y  hubiese luchado con garras y dientes por sobrevivir.

Preferimos creer en ésta historia que en pensar en un posible maltrato y abandono humano, no hubiésemos podido asumir tanta crueldad.

Esta gente la recogió solidariamente y recurrieron al servicio de urgencias veterinario, pero eran tan graves las lesiones de la perrita, y tan larga la posibilidad de recuperación, ya que requería una hospitalización intensiva y con pronóstico reservado, que no pudieron hacerse cargo de sus costos, y al cabo de unos días el hospital junto a todo su personal decidimos, que cada uno en la medida de sus posibilidades colaboraría altruistamente con su recuperación.

No mostraré imágenes de sus lesiones ni de su estado inicial , porque considero que son muy cruentas, y paso del sensacionalismo.Prefiero mostrar una foto de la Kora recuperada y hermosa que fué luego.

 

Unos compañeros cirujanos le hicieron varias cirugías plásticas, para remover el tejido dañado y hacer pequeños injertos de tejido sano, iban haciendo un trabajo muy preciso y meticuloso para favorecer la cicatrización, ya que el maxilar y la dentadura del lado izquierdo estaban al descubierto, daba mucha impresión ver su cara mutilada.

Yo le aplicaba mis terapias pasivas antinflamatorias para calmar dolor y ayudar a la cicatrización( magneto y láser)

Las auxiliares y personal de secretaría colaboraban con su atención, paseos, compañía, y cada uno de nosotros hacía lo que podía por ella.

Pero lo que más nos afectaba a todos, era sentir su dolor, era tanto su sufrimiento y su tristeza que no teníamos claro si quería luchar por su vida o si se había entregado…si sólo quería que la dejásemos ir.

Al cabo de un tiempo se convirtió en la perra del hospital, uno más de nosotros, mi compañera de guardias,todos la amábamos y cuidábamos, pero había una realidad, y era que ella necesitaba un hogar, la vida en el hospital no lo era, con sus horarios 24hs, de personal y gente yendo y viniendo, y el stress permanente de trabajo.

LLegó felizmente el día en que una familia decidió adoptarla para una granja , iba a ser la compañía de un matrimonio mayor, que la cuidaría como ella se merecía.Nos iban mandando fotos cada cierto tiempo, para que comprobáramos cómo se había engordado, y sobre todo como su mirada volvía a creer en la vida.

Casos como el de Kora, te hacen creer en el amor y la solidaridad, y sobretodo en lo agradecidos que son los perros…

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!