La emotiva y tierna historia de un perro del pueblo…

Su historia nos recuerda la de otros tantos perros de pueblo que andan libres, que son de todos y a la vez de nadie, que conservan ésa libertad y sangre de sus ancestros los lobos, espíritus libres, que viven cada momento del día como necesitan, sin ataduras, sin prometer nada a cambio…pero ése pequeño instante EN QUE TE ELIGEN, es único, para ellos no existen los collares ni las correas, sólo la vida y el amor, ése PEQUEÑO INSTANTE…

La leyenda de Red Dog,  fué una de las películas más taquilleras de Australia en el 2011 y acabo de verla, me ha encantado y por éso decidí dedicarle un artículo, ya que me ha hecho reír y llorar de una forma que hace mucho que no  lo hacía por un film.

Red Dog fue un perro simpático y particular que vivió en los años ’70 y que tenía la costumbre de hacer detener los coches, sentándose en en la carretera, para subirse a ellos y descender después a dónde el conductor fuera. Incluso tomaba autobuses. Su historia fue convertida en una novela, que escribió  Louis de Bernières. en la que intervienen un montón de anécdotas en primera persona, que narran los habitantes del pueblo en un bar común, momentos antes de morir el perro por una posible intoxicación con estricnina.

Fué tan querido por todos los trabajadores , que le dan una medalla con su nombre, formando parte del sindicato de trabajadores de transporte

red-dog

 

La estatua  en Dampier ( al noroeste de Australia) uno de los mayores puertos industriales de esta parte del país, lo recuerda para siempre, ya que muere en 1979.

Caso PETY  (perra mestiza cruce Podenco Ibicenco Enano)Estos son Podencos Ibicencos reales.

Pety 2Pety

 

 

 

Esta es una historia como la de tantas de  perros callejeros, increíblemente listos y ágiles que terminan escogiendo una casa de adopción: la mía en éste caso.

Hacía tres años que me había recibido, y trabajaba en una veterinaria en las afueras de mi ciudad, a la que me iba en bus todas las tardes…desde dentro del local se podía ver una avenida importante que nos cruzaba y como los coches iban a toda velocidad.Lo curioso era ver una cachorra de unos 6 meses atravezarla con una rapidez de una liebre,varias veces, como si retara a los coches a atropellarla.

Cuando logré verla de cerca,constaté que estaba llena de verrugas en la cara y sarna por todo el cuerpo, a tal punto que la gente la rechazaba y el señor del kiosco de al lado la ahuyentaba, porque les daba miedo el contagio.

Le fuí dando de comer para que confiara en mí, y la fuí curando de la sarna, simplemente con unos baños y unos inyectables semanales, y le corté una verruga y se la froté por las demás, como autovacuna, y a los pocos días se comienza a ver lo bonita que era, su cuerpito blanco y con una mancha marrón que lo atravesaba, y sus ojitos verdes, un poco de víbora a mi gusto, le faltaban aún expresión y amor.

La cuestión es que al cabo de un tiempo, cada vez que llegaba a la parada de bus, a las 15:30hs, estaba ella sentadita esperándome para abrir la veterinaria, que cómo sabía la hora? no lo sé…pero sin duda tenía un reloj biológico que funcionaba mejor que el mío.

Todo el barrio comenzó a quererla porque era una perrita mestiza muy bonita y alegre, iba a todos los locales a saludar y dormía en un arenero. Pero algún día la atropellaría un coche si seguía con ésa carretera como sitio de juego, así que con mi marido una noche de mucha lluvia decidimos llevárnosla a casa, sólo por una noche…y ya no se fué más.

Tenía ya su hogar con nosotros pero no podía renunciar a su libertad, de tal manera que cuando abrías la puerta de la calle se escapaba como una liebre,y al cabo de unas horas regresaba.

Iba a inspeccionar su nuevo barrio, había un parque cercano al que le gustaba mucho bajar y subir sus barrancas a toda velocidad, se iba a saludar a los vecinos, se iba hasta la costanera donde paseaban los caminantes, y luego volvía, sólo cuando ella quería, era un espíritu libre, sin ansias de domesticar.

Estas son sus fotos reales con su fiel compañero Labrador Chan,  esperando a que les dejemos  ver al bebé recién nacido, mi primer hijo humano, ya que ellos habían sido nuestros primeros hijos perrunos: CHAN y PETY

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