Las fracturas en las mascotas por lo general son de origen traumático (atropellos de coches, golpes o contusiones) y en los gatos son muy comunes por caídas de grandes alturas ( que se les suele llamar «gatos paracaidistas»)
Pueden ser diafisarias (cuerpo del hueso) o articulares (con peor pronóstico) ya que puede afectar el movimiento articular precisamente, porque pueden fibrosarse los tejidos periarticulares.
Lo más importante en el momento en que se produce la fractura, es inmovilizarla y estabilizarla, ya que con éste sencillo procedimiento logramos controlar el dolor, junto con medicaciones antiinflamatorias y analgésicas.
También se requiere el uso de antibióticos para controlar posibles infecciones que puedan complicar aún más el cuadro.
Una vez que el veterinario clínico valore el cuadro, y estabilice el animal, lo derivará al especialista (traumatólogo) para que determine si es quirúrgico o no, y en el caso de que sí lo sea determinará qué tipo de materiales usará para la osteosíntesis (placas, tornillos, clavos, tutores externos, etc)
En el caso que no sean de resolución quirúrgica, o que sean fisuras, se pueden usar férulas o soportes como éstos
En los primeros días posquirúrgicos, usaremos terapias pasivas inicialmente para controlar dolor e inflamación (magnetoterapia y láser). Masajes, y CNP (cinesiterapia pasiva), es decir movimientos manuales controlados.
En las semanas siguientes se trabajará la movilidad del arco articular y el mantenimiento de la musculatura, que sostiene el miembro afectado, tratando de evitar la hipotrofia de los mismos.Se hará CNA (cinesiterapia activa), paseos controlados con correa o cabestrillo, piscina, cinta subacuática, rampas, etc.
«Cuanto antes se inicie la rehabilitación ,mayores probabilidades de recuperación, la cual será más breve y favorable.»
Muy interesante artículo, muy bien explicado. Si bien en nuestra clínica https://agrupetclinica.cl hacemos esa cirugía, no lo explicamos de esta manera.
Muchas gracias